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Lanzamiento de la Publicación OCDE Perspectivas económicas de América Latina 2015

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El informe Perspectivas económicas de América Latina ofrece un panorama económico regional, así como un análisis de temas relevantes para el desarrollo económico y social de la región. Desde la primera edición, lanzada en el marco de la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en noviembre de 2007 en Santiago de Chile, el informe ha brindado una nueva herramienta que contextualiza el desempeño latinoamericano respecto al de otros países y regiones del mundo, ofreciendo algunas experiencias y buenas prácticas a los responsables públicos de la región.

Cada edición incluye un análisis macroeconómico, así como un enfoque sobre la influencia del contexto global en la economía de la región. Asimismo, incluye capítulos que analizan áreas claves de políticas públicas identificadas por los líderes reunidos en las Cumbres Iberoamericanas, para brindar recomendaciones que respondan a los desafíos y prioridades de la región en materia de desarrollo económico y políticas estructurales.

Esta octava edición pone su foco en la educación, las competencias y la innovación, como insumos clave para un mayor crecimiento inclusivo en la región. Para ello, profundiza en el análisis de los sistemas educativos de América Latina y de su capacidad para aumentar la cobertura de educación con calidad, así como del desarrollo de la formación de competencias para mejorar la competitividad económica y la integración laboral. Estos insumos son analizados en asociación con las políticas de innovación en el sistema productivo.

Respecto de las perspectivas macroeconómicas, la publicación sostiene que el ritmo de expansión económica de América Latina será el más modesto de los últimos cinco años. Los pronósticos para el crecimiento del PIB se ubican en el rango del 1.5% al 2.0% en 2014 (2.5% en 2013, 2.9% en 2012), y se recuperarán ligeramente en 2015 hasta el 2.5% - 3%. Factores externos, tales como unos menores precios de las materias primas explicados principalmente por la desaceleración económica en China, un encarecimiento del financiamiento externo y unas perspectivas de entradas de capital más limitadas contribuyen a este proceso de desaceleración. Si bien la heterogeneidad del crecimiento sigue presente en la región y en parte está asociada a diferentes estrategias de gestión económica, estas proyecciones suponen el final de una década de mayor crecimiento económico de América Latina con respecto al promedio de la OCDE.

Para impulsar el crecimiento potencial y la equidad es necesario seguir avanzando en reformas estructurales. El crecimiento de la productividad continúa siendo modesto con respecto a los países OCDE y otras economías emergentes y, a pesar de las mejoras recientes, América Latina es aún la región más desigual del mundo. En particular, las bonanzas de recursos naturales y de flujos de capital de corto plazo hacia la región no se han reflejado en un incremento del crecimiento económico potencial de la región.

Reformas para fortalecer la educación, las competencias y la innovación han de favorecer la expansión del potencial de crecimiento y la productividad a través de una mejora de las capacidades de los trabajadores. Igualmente, deberán garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a una formación de calidad.

En contraste con la evolución de algunos de los países europeos y asiáticos en las últimas décadas, que han alcanzado niveles elevados de ingreso per cápita, los países de la región, salvo Chile, Uruguay y algunas economías del Caribe, no han registrado avances considerables en el proceso de convergencia de renta con las economías avanzadas.

La educación debe ser percibida no solo como un motor del crecimiento económico, sino también de inclusión social y reducción de la desigualdad. Entender la educación como un vector de mayor cohesión social y de crecimiento inclusivo es crítico para América Latina, dado que su trayectoria de desarrollo se verá en gran parte vinculada a las políticas en este campo. En este sentido, una mayor y mejor inversión en educación es una prioridad para los países de la región con el fin de seguir impulsando una mayor cobertura acompañada de mayor calidad.

Los esfuerzos en la mejora de la educación y de las competencias laborales deben complementarse con avances en el área de innovación. El stock de capital de innovación, que representa una medida adicional de las competencias, es significativamente inferior en América Latina (13% del PIB) que en los países de la OCDE (30% del PIB). Además, en la región este activo se compone esencialmente del stock de educación terciaria, mientras en países de la OCDE se basa en el gasto en actividades de I+D. En general, el gasto en I+D en América Latina está sustancialmente por debajo de la OCDE, destacando la poca participación de las empresas. Es fundamental que se robustezca la gobernanza de las instituciones del sector de ciencia y tecnología, con el objetivo de desarrollar un marco institucional eficiente y completo para la difusión de la tecnología y la innovación.

Para mayor información: http://www.oecd-ilibrary.org/development/perspectivas-economicas-de-america-latina-2015_leo-2015-es