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Cierre de 2016 con Actividad Multilaterales
La Embajada de Chile en Países Bajos cerró su actividad ante los organismos internacionales con sede en La Haya, el 2016, participando en la Asamblea de Estados Partes de la Corte Penal Internacional y la 21 Conferencia Anual de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.
La Asamblea de Estados Partes de la Corte Penal Internacional se realizó del 16 al 24 de noviembre. En ella participó activamente la delegación chilena encabezada por la Embajadora de Chile ante los Países Bajos, Embajadora María Teresa Infante junto al Director de Asuntos de Asuntos Jurídicos de la Cancillería, Embajador Claudio Troncoso, y conformada por funcionarios de la Cancillería y de la Embajada.
Esta Asamblea se desarrolló inmediatamente después que se anunciara el retiro de tres países africanos de la Corte. Los Estados Partes reafirmaron su apoyo y compromiso con la Corte y el importante rol que desempeña en la búsqueda de justicia y reparación para las víctimas de crímenes de guerra y lesa humanidad. La Asamblea también consideró la futura activación del crimen de agresión, estableciendo un mecanismo para su tratamiento y decisión. Asimismo, decidió que el Grupo de Trabajo sobre el artículo 97, coordinado por la Embajadora Infante, debe continuar sus trabajos durante el 2017, hasta la próxima sesión que se realizará en noviembre de 2017 en Nueva York.
En la Conferencia Anual de la OPAQ, que tuvo lugar del 28 de noviembre y el 2 de diciembre, la delegación de Chile estuvo encabezada por su Representante Permanente, Embajadora María Teresa Infante y en ella participó además, la Autoridad Nacional para la Convención encabezada por el general Esteban Guarda, y funcionarios de la Embajada, y de la Dirección Nacional de Movilización Nacional. Entre los temas abordados por los Estados Partes destacan las investigaciones en torno a recientes denuncias de uso de sustancias químicas tóxicas como armas, destrucción de arsenales químicos remanentes, las denuncias y amenaza que significa el uso de armas químicas por partes de actores no estatales, en especial terroristas, la educación y difusión sobre el papel de la OPAQ y sus desafíos a futuro, y la cooperación para el desarrollo en el ámbito de los usos pacíficos de la química.
