Este artículo tiene más de 3 años

Lanzamiento de la Publicación OCDE Panorama Económico Noviembre 2014

Comparte Twitter Facebook
A+ A- Imprimir

Según la OCDE, el crecimiento económico mundial seguirá siendo modesto y el empleo continuará por sobre los niveles pre-crisis financiera, mientras se espera que el comercio mundial crezca moderadamente.

En los próximos años los riesgos para el crecimiento económico están relacionados con una mayor volatilidad financiera, falta de confianza de las perspectivas de crecimiento, y el nivel de endeudamiento de bancos y hogares. Para enfrentar este escenario la OCDE considera clave adoptar todas las políticas macroeconómicas y estructurales posibles, de modo de apoyar el crecimiento económico. Así un plan de reformas estructurales es prioritario, especialmente en Japón y la zona Euro.

Respecto de Chile la OCDE sostiene que:

El crecimiento sigue moderándose. El rápido crecimiento de Chile se ha desacelerado desde mediados de 2013 y debería mejorar modestamente en el corto plazo, con un 1.9% en 2014 y un 3.2% en 2015. El descenso de los precios del cobre y una menor demanda de China ha reducido los términos de intercambio, las inversiones y la confianza empresarial. Una recuperación moderada se espera en 2015 y 2016, con una la política monetaria de apoyo, una política fiscal expansiva y una mayor demanda externa.

La política monetaria sigue siendo de apoyo. La fuerte depreciación del peso chileno ha puesto presión en la inflación. Sin embargo, las expectativas de inflación siguen estables, por lo que el Banco Central aun cuenta con margen para una nueva reducción de la tasa de interés. Así, la OCDE proyecta una inflación de 4.8% en 2014 y 3.6% en 2015.

La política fiscal será expansiva.  En 2015 el gobierno dará un fuerte impulso fiscal a la economía, aumentando la inversión pública en un 27.5%, el gasto en educación de un 10.2% y la inversión en infraestructura en un 11.8%. El apoyo fiscal debería ser temporal, puesto que en 2016 se espera la convergencia a un balance presupuestario estructural. No obstante, la posición fiscal sigue robusta, por lo que el gobierno tiene margen para mantener el estímulo fiscal si las condiciones lo exigen. En el largo plazo, reducciones del precio del cobre y los ingresos esperados de la reforma tributaria podrían presentar desafíos para la convergencia presupuestaria.

El menor crecimiento potencial llama a reformas estructurales. El descenso de los precios del cobre y de la demanda China genera dudas de hasta qué medida el sector minero puede seguir siendo un motor de crecimiento y proveedor de empleos. Para fomentar la productividad en sectores no relacionados con las materias primas, el gobierno está implementado una agenda de productividad que busca diversificar la canasta exportadora, fomentando sectores estratégicos. Además, está desarrollando una agenda de energía para reducir los costos de la energía y promover la inversión en el sector. Por último, la reforma de educación, que actualmente se discute, busca mejorar el capital humano en el medio y largo plazo.

Los riesgos son a la baja. El principal riesgo externo está asociado al menor crecimiento de China, el cual de materializarse podría traducirse en una baja sostenida del precio del cobre. Esto impactaría la inversión, reduciría el crecimiento, llevaría a una mayor depreciación del tipo de cambio y a mayor inflación.

Para mayor información: http://www.oecd.org/eco/economicoutlook.htm