Este artículo tiene más de 3 años

¿Cómo explicamos el bajo rendimiento en la escuela?

Comparte Twitter Facebook
A+ A- Imprimir

interior nota y publicaciones ocdeEsta semana la OCDE público un nuevo informe, llamado ¨Estudiantes de bajo rendimiento: Por qué se quedan atrás y cómo ayudarles a tener éxito¨. El informe describe los factores que causan la desmotivación y el bajo rendimiento escolar y proponen posibles política para ayudar a romper con los círculos viciosos que exacerban el bajo rendimiento. Hoy, un número elevado de alumnos se quedan atrapados en periodos de bajo rendimiento escolar y desmotivación lo cual tiene repercusiones importantes a largo plazo, tanto para el alumno como también para el resto de su país.  Además, aquellos que no rinden a un nivel adecuado a los 15 años, tiene un riesgo más alto de desertar sus estudios completamente. Asimismo, en las sociedades donde una gran parte de la población no tiene habilidades básicas, el crecimiento económico se ve afectado a largo plazo.

El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) del 2012 muestra que en promedio, uno de cada cuatro estudiantes de 15 años en los países que integran la OCDE, no alcanzó un nivel básico en por lo menos una de las tres asignaturas que evalúa la prueba- ya sea en lectura, en matemáticas o en ciencia. En Chile estas cifras son aun más altas: el 52% de los alumnos tuvo un bajo rendimiento en matemáticas (media OCDE: 23%); un 33% en lectura (media OCDE: 18%); un 34% en ciencias (media OCDE: 18%); y un 25% en las tres (media OCDE: 12%).

La OCDE afirma que ¨Reducir el número de alumnos con bajo rendimiento no solamente es un objetivo legítimo de por sí, sino que además es una manera efectiva de mejorar el rendimiento de conjunto de un sistema educativo (y la equidad, ya que los alumnos con rendimientos bajos provienen, con mayor frecuencia, de familias desfavorecidas socioeconómicamente)¨. En el periodo entre 2003 y 2012, Alemania, Brasil, la Federación Rusa, Italia, México, Polonia, Portugal, Túnez y Turquía lograron reducir la proporción de sus estudiantes con bajo rendimiento en la prueba de matemáticas. La gran diversidad de estos países muestra que la reducción del bajo rendimiento y la desmotivación es posible en contextos culturales y socioeconómicos muy diversos. ¨Todos los países pueden mejorar el rendimiento de sus alumnos con las políticas adecuadas y la voluntad de ejecutarlas¨ nos dice la OCDE.

El informe destaca que las causas del bajo rendimiento no se basan en un factor de riesgo; los análisis muestran  que se trata de múltiples factores de riesgo que actúan simultáneamente. Se observa que es la combinación y/o acumulación de obstáculos y desventajas de las vidas de los estudiantes hace la diferencia en el rendimiento escolar. Por ejemplo, en los países OCDE una alumna desfavorecida socio-económicamente que pertenece a una familia monoparental en una zona rural, que es de origen inmigrante y en su casa el idioma principal es distinto al de las clases, que no recibió educación preescolar, que repitió de curso y está recibiendo una formación técnica-profesional tiene un 83% de probabilidad tener un bajo rendimiento.

Además, los estudiantes con bajo rendimiento, tienen actitudes menos positivas hacia el colegio y el aprendizaje en general. Muestran menos perseverancia, motivación, y confianza en sí mismos. Por otro lado, estos mismo estudiantes tienen una probabilidad más alta de faltar a clases regularmente. Sin embargo, el informe muestra que los estudiantes que exhiben un bajo rendimiento en matemáticas pasan una cantidad de tiempo similar a los con mejor rendimiento realizando actividades matemáticas. Ejemplos de estas actividades incluyen: programar computadores, participar en competencias de matemáticas, jugar ajedrez, entre otros.

Por otro lado, los alumnos que tienen peor rendimiento tienden a recibir menos apoyo de parte de profesores y de sus escuelas. En los colegios donde los profesores apoyan más a sus estudiantes y los ayudan a mantener la moral alta, tienen menos probabilidad de tener estudiantes con bajo rendimiento. Además, los recintos escolares que tienden a tener una concentración más alta de estudiantes con bajo rendimiento, por lo general tienen menos recursos educativos y presentan una escasez de profesores.

En los países OCDE donde los recursos escolares están distribuidos de forma más equitativa entre recintos, hay un mayor rendimiento en matemáticas. Por último, la coexistencia de alumnos de estratos sociales menos favorecidos con aquellos favorecidos dentro de los colegios (inclusión social) está relacionado con proporciones menores de bajo rendimiento.

El informe termina haciendo recomendaciones de políticas para la disminución del bajo rendimiento en los colegios. Identifica que el primer paso que deben dar los gobiernos es darle una alta prioridad al problema del rendimiento escolar. El enfoque que se toma para dar estas recomendaciones es multidimensional y debe ser adaptado a las circunstancias nacionales y locales. Algunas de las recomendaciones formuladas por la OCDE son:

  • Desmantelar las múltiples barreras al aprendizaje.
  • Crear un ambiente exigente en los centros escolares en el que se apoye a los alumnos.
  • Ofrecer medidas de apoyo suplementario lo antes posible.
  • Promover la participación de padres y comunidades locales.
  • Alentar a los alumnos a que saquen el máximo partido de las oportunidades educativas disponibles.
  • Identificar a los alumnos con bajo rendimiento y crear intervenciones focalizadas.
  • Ofrecer apoyo específico a escuelas o familias socio-económicamente desfavorecidas.
  • Ofrecer programas especiales para alumnos inmigrantes, que hablen idiomas minoritarios o vivan en zonas rurales.
  • Abordar los estereotipos de género y apoyar a las familias monoparentales.
  • Reducir las desigualdades en el acceso a una educación temprana y limitar el uso de la agrupación de alumnos por habilidades

Lea más acerca del bajo rendimiento en Chile aquí.

Lea el informe completo en inglés aquí

Lea los resultados principales del informe en español aquí

Lea algunos datos en la infografía de la OCDE aquí