Cooperación internacional

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El Acuerdo sobre Cooperación Técnica suscrito en 1978 define las bases para promover la cooperación entre Chile y Japón e incluye el envío de expertos japoneses a Chile, el entrenamiento en el país asiático de técnicos chilenos, el suministro de equipos y maquinarias, y el envío de misiones a nuestro país, para realizar estudios en diversas áreas.

Esta cooperación se focalizó inicialmente en la formación de recursos humanos y proyectos en las áreas de pesca, acuicultura y minería. A fines de los años 80, Japón cooperó con proyectos de mayor envergadura, tales como la creación de un centro internacional de capacitación en telecomunicaciones, el Terminal Pesquero Metropolitano, el Centro de Capacitación Minera de Copiapó y el Centro Nacional del Medioambiente.

En 1997, con motivo del centenario de las relaciones diplomáticas entre Chile y Japón, se inició el Programa de Jóvenes Voluntarios, en que jóvenes nipones residen en regiones de nustro país por dos años, con el fin de enseñar un oficio a comunidades nacionales.

La cooperación ha evolucionado a medida que Chile ha alcanzado mayores niveles de desarrollo. En 1999, ambos países suscribieron un acuerdo de asociación para la cooperación triangular: "Japan – Chile Partnership Program" (JCPP). Su propósito es brindar asistencia técnica de forma conjunta a países en vías de desarrollo, combinando los recursos humanos, tecnológicos y financieros de las dos naciones.

El 27 de abril de 2010, dos meses después del terremoto que afectó a Chile, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) firmaron un Memorándum de Entendimiento de cooperación en prevención y alerta temprana de terremotos y tsunamis. Dicho acuerdo se tradujo en la visita a Japón de tres delegaciones de agencias chilenas relacionadas con el tema –Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI), Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL), Ministerio de Obras Públicas y del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile –, las que conocieron en terreno el sistema japonés en caso de desastres naturales.

Con posterioridad, la cooperación en este ámbito se profundizó a través de un nuevo proyecto denominado "Mejoramiento de la tecnología para desarrollar una comunidad con capacidad de reacción ante tsunamis", que contó con un presupuesto de tres millones de dólares. Esto se oficializó en una ceremonia de intercambio de Notas Diplomáticas en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile el 1 de julio de 2011. La iniciativa duró cuatro años, siendo llevada a cabo por las universidades Católica de Chile, Técnica Federico Santa María, de la Santísima Concepción, Católica de Valparaíso y organismos como ONEMI y SHOA, en conjunto con contrapartes japonesas coordinadas por el Instituto de Investigación Tecnológica de Puertos y Aeropuertos de Japón (PARI).

Teniendo presente la experiencia de cooperación bilateral en este ámbito y que los desastres naturales afectan a la mayoría de los países de la región, tanto Chile como Japón decidieron impulsar su cooperación al ámbito triangular. Es así que durante la visita del Primer Ministro Shinzo Abe a tierras chilenas, en julio de 2014, se firmó un MOU para la creación de un programa de capacitación en prevención de desastres naturales en Chile por la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID) y JICA.

El proyecto se basó en las técnicas ya instaladas en nuestro país para construir una red con otros países de América Latina, en el marco de una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular del Japan-Chile Partnership Programme (JCPP). Inmediatamente finalizada la III Conferencia Mundial sobre la Reducción de los Desastres Naturales de Sendai, el 19 de marzo de 2015, se firmó en Tokio el documento que oficializó la puesta en marcha, desde ese mismo año, del programa "Kizuna" ("vínculos" en japonés), que formalmente se llamó "Programa de Formación de Recursos Humanos para Latinoamérica y el Caribe en Reducción de Riesgo de Desastres", con la meta estratégica de formar a dos mil profesionales de América Latina y el Caribe en el manejo de desastres dentro de los siguientes 5 años.

El proyecto "Kizuna" fue llevado a cabo por la JICA, la AGCID y la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI). En su cuarto año de ejecución, "Kizuna" sobrepasó la meta propuesta y formó a más de 3.000 profesionales de América Latina y el Caribe, posicionando a Chile como un referente en la Región para capacitar y perfeccionar profesionales que trabajen en áreas relacionadas con la investigación y manejo de los efectos de eventos naturales, tales como terremotos, tsunamis, incendios forestales, entre otros.

Por su parte, el proyecto marco japonés SATREPS (Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development) realiza cooperación a nivel mundial con los fondos de la JICA y de la Japan Science and Technology Agency (JST).

El proyecto de investigación con Chile fue iniciado el 2012 y finalizado en marzo de 2016. Su propósito fue desarrollar tecnologías y medidas para mejorar la preparación de las comunidades ante tsunamis, a través de la creación de modelos matemáticos para estimar daños, predecir el impacto de desastres, medidas de mitigación y un método más preciso de alerta temprana.

SATREPS sigue siendo un marco importante para investigación conjunta en otras áreas. Bajo este esquema de cooperación la Universidad de Nagoya y la Universidad de Magallanes llevaron a cabo el proyecto de investigación "Desarrollo del sistema de gestión de riesgos ambientales atmosféricos en Sudamérica", el cual comenzó en 2012 y culminó en 2017.

También bajo SATREPS, se inició el proyecto bilateral "Desarrollo de métodos de monitoreo y sistema de predicción de floraciones algares nocivas para una acuicultura y pesca costera sustentable en Chile". Dicho proyecto, liderado por la Universidad de Kyoto y la Universidad de la Frontera, tiene por objetivo entender el mecanismo de ocurrencia de las floraciones algares nocivas (FAN) en la zona sur de Chile, la cual provoca importantes daños en la economía y medio ambiente del área.

Por otra parte, durante los graves incendios forestales de 2017 que afectaron a Chile en las regiones VI, VIII y VIII, Japón respondió prontamente enviando cuatro técnicos de bomberos, protección forestal y la JICA, con la tarea de evaluar formas de ayuda al combate del fuego. El 5 de febrero de 2017, Japón entregó a la ONEMI una donación de 500 mil litros de retardante de fuego, lo que fue agradecido por el Gobierno de Chile.

En 2018, en tanto, se dio inicio al nuevo proyecto bilateral denominado, "Fortalecimiento de ONEMI para el Desarrollo de Capacidades en el Ámbito de la Reducción del Riesgo de Desastre".

Dicho proyecto, de 2 años de duración, busca potenciar la gestión y capacidades de ONEMI en las áreas de formación, gestión y difusión del conocimiento, con el propósito de posicionar a dicho organismo como referente latinoamericano en la gestión del riesgo de desastres, fortaleciendo con ello no solo la propia institución, sino que al Sistema Nacional de Protección Civil, en particular, los gobiernos locales y las propias comunidades en la Gestión Integral del Riesgo con miras a la construcción de comunidades más seguras y resiliente frente a riesgo de desastre.

Como una forma de renovar la proyección de la cooperación bilateral, durante la visita de la Expresidenta Michelle Bachelet a Japón, en febrero de 2018, se firmó el nuevo JCCP 2030. Esta nueva estrategia de cooperación busca fortalecer el programa actual, promoviendo nuevas áreas de cooperación que reflejen la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, como seguridad alimentaria y agricultura sostenible, energías renovables, comunidades resilientes (Smart Cities), cambio climático y protección ambiental, entre otros. Asimismo, la propuesta buscaba identificar y diseñar una nueva estrategia de cooperación con el sector privado con el fin de incrementar nuestra cooperación en conjunto.

Gracias al Programa de Actividades Específicas en el Exterior (PAEE), entre los días 8 y 12 de julio de 2019, se realizó el programa "Intercambio de Experiencias entre Japón y Chile en Análisis de Erupciones Volcánicas". En éste participaron dos expertos provenientes del Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (SERNAGEOMIN). Entre las principales actividades estuvo la visita a la Agencia de Meteorología japonesa (JMA); una reunión con la JICA; una visita al "Instituto Nacional de Investigación en Ciencias de la Tierra y Resiliencia ante Desastres" (NIED); y una reunión con el Director General de la Oficina de Desastres del Gabinete del Primer Ministro.

En marzo de 2019 investigadores de la Universidad la Frontera (UFRO), Milko Jorquera y Jacqueline Acuña, visitaron Japón. Jorquera es el Director del programa de investigación "Prevención de Marea Roja", en marco del programa SATREPS, en el que participan la JICA, la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología (JST), Universidad de Kioto, Universidad de Okayama, el Instituto Nacional de Pesca de Japón, la Universidad de la Frontera, Universidad de Los Lagos y la Universidad de Antofagasta. La finalidad de la visita fue efectuar encuentros con las contrapartes japonesas que participan en esta investigación.

Por último, en el marco de las actividades que el Presidente Sebastián Piñera desarrolló en Japón con motivo de la participación de Chile como país invitado a la Cumbre del G20 en Osaka, en junio de 2020, se firmó en su presencia, y acompañado de la Primera Dama Cecilia Morel, el Memorándum de Cooperación entre Chile y Japón en Sociedades Envejecidas. Este instrumento facilitará el conocer de primera fuente la experiencia japonesa en el cuidado e inclusión de sus adultos mayores.

Octubre 2020