El coreógrafo sin fronteras

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José Vidal, uno de los coreógrafos más importantes de Chile, estrenará su nueva obra Emergenz, creada en Hamburgo, Alemania, el próximo 5 de junio. El espectáculo reúne a más de 100 personas de distintos países en el escenario.

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El dicho popular "nadie es profeta es en su tierra" no aplica para José Vidal. El destacado coreógrafo chileno ha hecho carrera tanto en Chile como en el extranjero, logrando que sus obras sean interpretadas y aplaudidas a través de todo el mundo.

Este artista nacido en Valdivia, ciudad ubicada en el sur del país, estudió antropología y sociología antes de comenzar sus estudios de danza. Tras su paso por la Escuela de Danza Espiral en Santiago, comenzó a transitar entre Chile y diversos lugares. En 1996 fue becado para continuar sus estudios en Carolina del Norte y luego quiso quedarse en Estados Unidos, instalándose en Nueva York. Además, vivió en Bélgica, Eslovaquia, España e Inglaterra. Él añade que "desde ahí mi vida cambió".

El año pasado José Vidal & Cía presentó Rito de Primavera en el reconocido centro cultural Kampnagel de Hamburgo, la que anteriormente había sido montada en Francia y presentada en Holanda. A pesar de la diversidad de las culturas de cada país, decenas de personas bajo la dirección de Vidal, lograron conectarse con los asistentes a través del juego rítmico, hasta romper la tradicional barrera que separa el público de los bailarines. Esta vez, el coreógrafo está de regreso en Alemania con el estreno mundial de su nueva puesta en escena Emergenz.

Tuvimos la posiblidad de conversar con él sobre sus constantes movimientos entre Chile y el extranjero, su anterior experiencia en Alemania y especialmente sobre nuevo montaje que será estrenado en Hamburgo el próximo miércoles 5 de junio.

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Tu carrera siempre se ha desarrollado entre Chile y el extranjero ¿A qué se debe?
Yo creo que se da así. Si sumo los años que llevo en Chile y afuera, son casi iguales. Tuve la posibilidad de estudiar en el extrajero, trabajar (...) Tengo muchos vínculos con el exterior. Me vine a hacer el Magíster en Coreografía de la London Contemporary Dance School y trabajar en The Place, que es un lugar sumamente internacional. Tuve compañeros de Medio Oriente, de África, de Europa y Sudamérica, eso te vincula y te da una perspectiva de mundo sin barreras.

¿Cómo fue la experiencia de presentar Rito de Primavera en Hamburgo?
Fue increíble. El año pasado viajamos 28 personas y fue muy especial. Este lugar, Kampnagel, tiene una impronta muy particular, es un teatro inmenso, está lleno de salas, están pasando mil cosas a la vez, tiene una mirada política muy clara. Están siempre en los temas del cotidiano de la sociedad alemana: migración, un tema potente con el género, la política de generar contenidos a través de estos tópicos. No sólo presentan espectáculos, sino que tienen una mirada y recepción para y hacia los artistas y el público que es muy intencionada.

En la obra Emergenz, que se estrena en pocos días más. Cuéntame, ¿cómo ha sido mezclar profesionales con personas aficionadas a la danza?
Siempre digo que yo era un bailarín de discoteque. Yo ya estaba estudiando danza cuando llegó Marcelo Sepúlveda, quien bailaba, bueno aún lo hace, para la compañía de Maguy Marín, una tremenda coreógrafa francesa. Marcelo fue a Chile por tres meses y me vio bailar en una fiesta y me invitó a trabajar con él. Yo llevaba un mes en la escuela. De alguna manera esto siempre ratifica que está lleno de bailarines. Es como cuando uno ve a alguien en la pista de baile y dice ¡baila increíble! Yo creo que ahí hay un rol social importante y lo he ido incorporando en el escenario. Esto es sólo eco de lo que me gustaría que pasará en todos lados.

¿Qué ha sido lo más dificil de trabajar con personas de diversas culturas e idiomas?
Junto a la Compañía hemos ido desarrollando metodologías y ahora sólo ocurre. Partimos en Chile cuando yo volví y nuestro primer proyecto grande fue Trama, con 35 personas y estuvimos tres meses trabajando juntos; luego vino Rito y fuimos 50. En la última clausura que hicimos en Santiago a Mil erámos 140 personas. También nos presentamos en la Plaza de la Constitución en Santiago y eran 2 mil personas bailando con nosotros. Tiene que ver con todo lo que está pasando en el mundo y cómo están cambiando las metodologías de enseñanza. Me gusta ver cómo a través del cuerpo, el juego, el ritmo y la música vamos felizmente aprendiendo, sin darnos cuenta.

¿Qué debe esperar el público de Emergenz?
Esta obra es un desafío enorme, pero sin duda, es un privilegio ver a tanta gente en escena. Está todo dado para que no sea de otra manera. Hermoso. Sin duda, va a provocar emoción ver a más de 100 personas en escenario.

Fotografías de la página web de José Vidal & Cía.