Los chemamull que cruzaron la cordillera, presencia artística chilena en Bariloche
El espacio público de la ciudad argentina de Bariloche tiene un gran número de figuras talladas en madera y pocos conocen que éstas son obra del artista chileno, Luis Bernardo Oyarzún Ruiz (1963-).
Oyarzún es un afamado escultor nacional, de larga trayectoria artística, quien representó en 2017 a Chile en la 57ª Bienal de Arte de Venecia.
Los chemamull de Bariloche son el resultado de un proyecto que, los años 2012-2013, desarrollara la entonces Secretaría de Cultura de la Nación (Dirección de Artes Visuales de la Secretaría de Cultura), de Buenos Aires, denominado In Situ.
Tras los enormes daños provocados por la erupción del volcán chileno Puyehue - Cordón Caulle, el Gobierno argentino convocó a unos diez artistas, provenientes de Argentina, Brasil y Chile y buscó dotar el espacio público barilochense de instalaciones de gran tamaño, que contribuyen a embellecer la ciudad. Pese al decenio transcurrido, estas 22 instalaciones aún resisten y se muestran al residente como al turista sólo al entrar a Bariloche.
Éstos chemamull se ubican siempre en pareja, toda vez que constituyen figuras mitológicas de la cultura mapuche, siempre ordenadas hacia donde se levanta el sol, fuente de vida. Los del proyecto original fueron instalados por Oyarzún bajo la supervisión de líderes mapuche locales, quienes le habían indicado que debían erguirse antes del amanecer.
Hoy en día, si camina por la costanera de Bariloche, o su Jardín Botánico, los puede ver. De tanto en tanto, aparecen 11 parejas silenciosas, tótems míticos, guardianes de las profundidades del lago Nahuel Huapi y de la Tierra, figuras de Chile en la turística Bariloche.
